Semana Mundial de la Lactancia Materna 2024
Desde Fundación SANAR, este 1° al 7º de agosto, nos sumamos a la “Semana Mundial de la Lactancia Materna”, una campaña mundial para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados con la lactancia humana, contribuyendo en el fortalecimiento de las medidas para proteger, promover y apoyar esta práctica.
Con el lema «Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones», este año la campaña se centra en la importancia de que todas las mujeres y personas lactantes que así lo deseen, puedan amamantar a sus bebés, niñas y niños pequeños, independientemente de las diversas circunstancias que atraviesen, haciendo principal hincapié en mostrar la necesidad de mejorar el apoyo a la lactancia para reducir las desigualdades que existen en nuestra sociedad.
¿Por qué es necesario cerrar las brechas?
Porque la lactancia humana es un derecho y una necesidad para el bienestar de las infancias, las mujeres u otras personas que amamantan, la sociedad y el ambiente. Asimismo, la lactancia humana es una responsabilidad social, donde se necesita que múltiples entornos apoyen esta práctica, ya sea en el seno familiar, en las instituciones de salud, en los ámbitos laborales, estudiantiles… e inclusive, que el mismo Estado garantice mediante normativas el cumplimiento de este derecho.
Está bien demostrado que la lactancia humana brinda los nutrientes necesarios (e ideales) para el crecimiento y desarrollo de las infancias, fortalece el sistema inmunológico y reduce riesgos de enfermedades, inclusive para las personas que amamantan. Sin embargo, su práctica va decayendo progresivamente a medida que las/los lactantes crecen. En nuestro país, aunque el 97% de los niños y niñas inician la lactancia al nacer , sólo la sostienen exclusivamente un 44,7% al 6to mes de vida. Existiendo diferencias significativas entre sectores socioeconómicos, siendo el valor más bajo entre las familias más pobres (40,4%) que entre las de mayores recursos (52,6%) (ENNyS, 2019).
La disminución de la práctica de la lactancia a medida que el bebé crece responde a diversas causas no asociadas a problemas de salud o contraindicaciones médicas. Recordemos que, dar la teta pareciera ser algo simple, algo natural, fácil… Sin embargo, amamantar conlleva múltiples desafíos, no sólo por el gran esfuerzo que deben poner las mujeres y personas que amamantan (con su cuerpo, su mente, su tiempo, etc.) sino por la gran cantidad de barreras que se interponen y que requieren ser modificadas para contar con especial atención, sostenimiento y apoyo (ya sea dentro del ámbito familiar, laboral, socioeconómico, cultural, de acceso a salud, de acceso a información y hasta político). Por lo que es imperativo dar visibilidad a estas barreras para que todas las personas implicadas, se comprometan a empoderar, acompañar y compartir la responsabilidad de sostener la lactancia, como así también crear entornos favorables para todas las mujeres y personas que deseen amamantar. En este contexto, la lactancia puede funcionar como un agente de equidad en nuestra sociedad, por lo que es crucial garantizar que las mujeres y otras personas que amamantan, las/los lactantes y sus familias reciban el apoyo necesario y tengan las mismas oportunidades para practicarla, en especial aquellas que, por diferentes motivos, se encuentran en situaciones vulnerables.
¿Cuáles son esas brechas que necesitamos acortar?
Falta de acceso a Servicios de Salud de calidad, donde puedan recibir apoyo para la lactancia, independientemente de su ubicación o situación económica. La falta de acceso a espacios de consejería pre y post-parto o de prácticas que durante la internación favorezcan la instalación de la lactancia, dificultan el progreso de esta práctica. En nuestro país, del 99% de los partos institucionalizados, sólo el 4% ocurre en un Hospital Amigo de la Lactancia, generando una profunda inequidad para la amplia mayoría de las mujeres y sus bebés. Asimismo, la salud de las mujeres y personas que amamantan es fundamental para una lactancia exitosa, ya que existen condiciones que pueden complicar esta práctica como infecciones, enfermedades crónicas subyacentes, problemas de salud mental y nutrición deficiente, por lo que se necesita el acceso a un sistema de salud de calidad e integral para todas las personas por igual.
Duración insuficiente de la licencia por maternidad y paternidad: obligan a las familias que cuentan con trabajos asalariados, a regresar al trabajo a los 45 días (personas gestantes) y 2 días (sus parejas) posteriores al nacimiento (recordemos que la OMS y UNICEF recomiendan al menos seis meses de licencia por maternidad paga para apoyar la lactancia materna exclusiva). Según Cesni – Unicef, el retorno laboral para las trabajadoras autónomas que podrían no tener garantizada cobertura social para esta etapa de la vida podría comportarse como la principal causa de abandono de la lactancia. En el mismo sentido, el regreso al estudio o al trabajo son las principales razones de abandono para las madres desempleadas o en busca de trabajo. Y en aquellas personas que logran acceder a un trabajo formal, la falta de espacios adecuados para amamantar o extraerse leche en los lugares de trabajo constituye una barrera, así como la falta de acceso a recursos como sacaleches, contenedor térmico para el traslado de la leche extraída u otros materiales que pueden facilitar la continuidad de la lactancia.
Falta de información y educación: Aún en la era de la información, muchas mujeres u otras personas gestantes y sus familias no reciben la información adecuada sobre la importancia de la lactancia y cómo manejar los desafíos que puedan surgir en la práctica. Incluso, los profesionales de la salud vinculados a esta población, necesitan formación continua en prácticas de apoyo a la lactancia para poder asesorar adecuadamente a las personas que desean amamantar.
Falta de apoyo social y comunitario: algunas mujeres u otras personas que amamantan pueden no contar con el apoyo de su pareja o familia en las tareas del hogar, tareas de cuidado y contención anímica para continuar amamantando. De la misma manera, se requiere una valoración social positiva de la lactancia humana en el conjunto de la sociedad para que amamantar en público no genere incomodidades ni discriminaciones.
Prácticas de marketing abusivo por parte de las empresas que fabrican sucedáneos de la leche humana: se puede observar cómo las ventas de fórmulas comerciales infantiles están impulsadas por diversas estrategias de marketing multifacéticas, que -entre otros recursos- utilizan declaraciones de supuestas propiedades nutricionales y de salud, con poca o ninguna evidencia que las respalde; cooptan a profesionales de salud, influencers y personas famosas para su promoción; financian estudios científicos a su favor; patrocinan eventos y revistas científicas; buscan el contacto directo o indirecto con madres, gestantes o padres y cuidadores, incluso a través de los canales digitales y redes sociales, utilizan la “big data” y la inteligencia artificial para aumentar aún más el poder del marketing al permitir una orientación precisa en tiempo real… simplificando en exceso los desafíos de la crianza en una serie de problemas y necesidades que pueden resolverse comprando sus productos. Es decir, el marketing de fórmulas comerciales infantiles manipula y explota emociones, aspiraciones e información científica con el objetivo de remodelar las normas y valores individuales, sociales y médicos, en beneficio de sus ventas y en detrimento de la salud humana y ambiental. Generando una barrera muy difícil de contrarrestar a pesar de contar desde 1981 con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, creado para proteger y promover la lactancia humana, garantizando el uso adecuado de los sucedáneos de la leche humana cuando sean necesarios y las prácticas de comercialización éticas relacionadas con estos productos. En nuestro país es necesario una mayor regulación, fiscalización y sanción de estas prácticas de marketing abusivo.
Por lo expuesto, en nuestro país enfrentamos diversas brechas que dificultan la lactancia exclusiva y continuada, debido a múltiples barreras que enfrentan aquellas mujeres y personas que desean amamantar. Para reducir estas disparidades, es imperativo que todas las personas nos involucremos activamente desde el rol que tengamos... Los profesionales de la salud deben recibir formación continua y brindar un apoyo integral, libre de conflictos de interés con las industrias. Las familias, especialmente las parejas, deben ser incluidas y educadas sobre la importancia de su apoyo en el proceso de lactancia. Las políticas públicas deben reforzarse para ofrecer condiciones laborales favorables y acceso a recursos adecuados, incluyendo espacios de lactancia en el lugar de trabajo y licencias maternales extendidas. A nivel comunitario, es esencial promover redes de apoyo y grupos de lactancia que fortalezcan a las mujeres y personas que amamantan a través de la socialización y el intercambio de experiencias. Además, necesitamos un cambio cultural que normalice y celebre la lactancia humana en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Y hacemos un llamado a la acción para que el gobierno, las instituciones de salud y la sociedad en general trabajen conjuntamente para crear un entorno que favorezca y apoye la lactancia humana. Solo a través de un esfuerzo colectivo y coordinado podemos garantizar que todas las mujeres y personas que amamantan, junto a sus bebés y/o niño/as pequeño/as en Argentina tengan la oportunidad de beneficiarse plenamente de la lactancia, promoviendo así una sociedad más saludable y equitativa.
En este contexto argentino (caracterizado por fuertes recortes de la inversión en políticas públicas, la regresividad en materia de derechos humanos y la cooptación del Estado por corporaciones empresariales), las acciones necesarias mencionadas previamente, se tornan especialmente relevantes y desafiantes. Desde Fundación SANAR seguiremos trabajando en equipo, con el compromiso de mejorar la realidad y los entornos, para que las oportunidades sean equitativas para toda la comunidad, en especial, aquellas que enfrentan situaciones de mayor vulnerabilidad.
Fuentes:
Organización Panamericana de la Salud. La Iniciativa hospital amigo del niño en América Latina y el Caribe: Estado actual, retos y oportunidades. Washington, DC : OPS, 2016.
Cesni – Unicef (2024). Prácticas de lactancia y alimentación complementaria en niños y niñas menores de 2 años de la Argentina. Disponible en: https://www.unicef.org/argentina/media/22276/file/Pr%C3%A1cticas%20de%20lactancia%20NNyA.pdf.pdf
N. Rollins, E. Piwoz et al. (2023). Marketing de fórmulas comerciales infantiles: un sistema para capturar a las madres y padres, las comunidades, la ciencia y las políticas. Lancet 2023; 401: 486–502. Disponible en: https://www.thelancet.com/pb-assets/Lancet/stories/series/The-Lancet-2023-Series-on-Breastfeeding/2023_The_Lancet_Serie_2-1706617759177.pdf
UNICEF. Lo que debo saber sobre el ‘Código’: una guía para su implementación, cumplimiento e identificación de infracciones. 2023. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1HoKToV-pJpja68GF45o1j7E-vuWyLDvI/view
Comments